Niños que lanzan a otros de cinco años desde un segundo nivel, con lesiones graves; jóvenes que rompen mobiliario escolar; una conserje que hiere con un arma blanca a la directora de un centro.
Los hechos de violencia en escuelas públicas difundidos en las últimas semanas a través de las redes sociales y medios de comunicación, y que han causado alarma y consternación, serían los ecos de una violencia que se vive a puertas afueras de los centros educativos, en los hogares y calles de los barrios y distintos sectores del país.
“La violencia escolar es el resultado de los que los niños viven en sus hogares, muchos de ellos disfuncionales”, apuntó el siquiatra César Mella al ser consultado por DL.
Para el profesional de la psiquiatría, también existe una falta de supervisión escolar y la ausencia de límites claros a los estudiantes que lleven a respetar reglas de buena conducta en los centros educativos, una situación que no es exclusiva de las escuelas públicas.
Con estas consideraciones coincide el psicólogo Milton Corniell, director del Instituto de Terapia y Psicología Familiar (Intepsif).
“La violencia en la escuela es un reflejo de la situación de violencia que vive la familia y la sociedad, lo que está sucediendo en nuestro contexto social se está extrapolando a los centros educativos. No estamos combatiendo con programas reales, puntuales y efectivos, más bien estamos promoviendo en las redes sociales”, indicó.
Entre los elementos que generan un caldo de cultivo disfuncional en las familias que pueden producir acciones violentas, según Corniell, figuran los bajos niveles o total ausencia de inteligencia emocional.
Al igual que Mella, consideró que en las escuelas fallan elementos para aplicar sanciones a causa de un protocolo de disciplina desactualizado del Ministerio de Educación, “lo que hace a los docentes sentirse con las manos atadas, porque no pueden disponer de sanciones eficaces”.
De su lado, César Mella agregó que también influye la falta de personal psicológico suficiente en las escuelas para identificar trastornos conductales y luego intervenir de manera efectiva ante ellos.
¿Qué hacer?
“Es necesario darle vigencia a la asociación de padres y madres de las escuelas, donde los padres podrían dar seguimiento y saber cómo van sus hijos en la escuela”, sugirió el siquiatra César Mella.
Puntualizó además que el Ministerio de Educación debería reintroducir la enseñanza de Moral y Cívica, así como coordinar talleres de resolución de conflictos y convivencia en los centros educativos como parte de una labor psicológica y social.
En tanto que el psicólogo Milton Corniell enfatizó la creación desde el Minerd “de políticas públicas que vayan en beneficio de los estudiantes y sus familias” además de “programas que involucren la familia de un modo más presencial y responsable, pero que den apoyo en su totalidad e integrar profesionales acordes a las demandas”.
“La violencia en la escuela es un reflejo de la situación de violencia que vive la familia y la sociedad”
Milton Corniell Psicólogo
Tomado de https://www.diariolibre.com